Mensaje del P.
Francisco Sánchez Oreja, Superior Provincial de los Carmelitas
Descalzos, con motivo del nombramiento del Papa León XIV
8 May 2025
Con
profundo gozo y sentido de comunión eclesial, los Carmelitas Descalzos,
hijos de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, acogemos el
nombramiento del nuevo Sucesor de Pedro como un signo de la permanente
fidelidad de Dios a su Iglesia. La elección de un nuevo Papa no es sólo
un evento institucional, sino una llamada del Espíritu al Pueblo de Dios
a renovar su esperanza, su oración y su servicio.
Como
comunidad contemplativa y apostólica, enraizada en la riquísima
experiencia mística de nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, vivimos este
momento como una ocasión para intensificar nuestra vocación: ser
testigos del Dios vivo, presentes en medio de un mundo herido, muchas
veces sin horizonte. Teresa, en los tiempos convulsos de la Reforma,
percibió con gran lucidez que la Iglesia necesitaba almas entregadas,
comunidades pequeñas pero fieles, «amigos fuertes de Dios», capaces de
sostener con su vida y su oración el cuerpo eclesial.
Hoy,
cuando el Espíritu Santo llama a un nuevo Pastor para guiar al rebaño
de Cristo, renovamos nuestro compromiso de oración constante por él, y
con él, por toda la Iglesia. Lo hacemos desde el silencio fecundo de la
oración, desde la fraternidad sencilla y alegre de nuestras comunidades,
desde la Palabra rezada y la liturgia celebrada con hondura. Nuestro
modo de vida sigue siendo sencillo, centrado en lo esencial, pero está
abierto a las necesidades más hondas del corazón humano, convencidos de
que la verdadera reforma de la Iglesia nace de la conversión interior y
de la comunión con Cristo.
Como
bien lo entendió nuestra Santa Madre, la oración no es evasión, sino
entrega apasionada por la Iglesia y el mundo. Por eso, en este nuevo
tiempo, nos sentimos llamados a ser un apoyo invisible pero firme para
el Santo Padre, ofreciendo nuestra vida por él, por su fidelidad al
Evangelio, y por la misión universal que se le ha confiado.
Con
María, nuestra Madre y Reina del Carmelo, queremos acompañar al nuevo
Papa León XIV en este comienzo de su ministerio. Le ofrecemos nuestra
cercanía, nuestra obediencia filial, y sobre todo, esa oración
silenciosa que sostiene, en lo escondido, los grandes combates de la
historia.
Que el Espíritu
Santo lo colme de sabiduría y fortaleza. Que Cristo, el Buen Pastor, lo
guíe. Y que Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz lo acompañen
con su intercesión y su luz.
En comunión con toda la Iglesia,
P. Francisco Sánchez Oreja
Superior Carmelitas Descalzos Provincia Ibérica
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