V/. De la peste, el hambre y la guerra;
R/. Líbranos, Señor.
V/. No te acuerdes, Señor, de nuestros pecados pasados.
R/. Y que tu misericordia prontamente nos ayude, porque
pobres nos hemos hecho.
V/. Ruega por nosotros, San Sebastián,
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos
Óyenos, Dios Salvador Nuestro, y por la intercesión de la
Gloriosa siempre Virgen María, Madre de Dios, del mártir San Sebastián, y de
todos los santos, libra a tu pueblo del pavor de tus castigos, dándole la
confianza de tu inmensa misericordia.
Te rogamos, Señor, que apartes propicio la muerte y la
epidemia, a fin de que nuestros corazones mortales reconozcan que sufren
flagelos cuando te enojas, y que Tú también eres Quien los hace cesar por tu
gran misericordia. Te lo pedimos por Jesucristo, Señor nuestro. Así sea.
V/. De la peste, el hambre y la guerra;
R/. Líbranos, Señor.
(Tomado del Ritual Romano, título IX, cap. 10)
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